31 de mayo de 2017

Mi reloj despertador




Mi reloj despertador

(en broma)


Se me dio por desarmar
mi reloj despertador
para ver si había tiempo
encerrado en su interior.

En medio de los resortes,
engranajes y tornillos
de mi reloj desarmado:
los segundos, moribundos,
minutos agonizantes,
las horas, en mal estado,
¡todo el tiempo destrozado!


El Viejo Now



La belleza no está quieta


La belleza no está quieta

La belleza no está quieta,
está viva, en movimiento
—no se está quieta un instante,
no se está quieta un momento.

La belleza no está quieta
—igualito que la vida,
anda inquieta todo el tiempo,
en el movimiento anida.

Douglas Wright



30 de mayo de 2017

¡Los piratas son tan buenos!



Canción basada en la poesía
“¡Qué buenos son los piratas!”,

aquí:


Letra y música, guitarra
y voces: Douglas Wright


¡Los piratas son tan buenos!


Los piratas usan aros
y un pañuelo en la cabeza,
beben toneles de ron
y barriles de cerveza.

¡Los piratas son tan buenos,
los mejores son!

Andan en barcos robados
mientras cantan su canción,
la canción en que el pirata
siempre está bebiendo ron.

¡Los piratas son tan buenos,
los mejores son!

Los piratas son tan feos,
sucios, crueles, desalmados,
con la barba desprolija
y los pelos engrasados.

¡Los piratas son tan buenos,
los mejores son!

Son mugrientos y roñosos,
siempre llenos de sudor,
los piratas no se bañan,
¡eso sí que es lo mejor!

¡Los piratas son tan buenos,
los mejores son!

Los piratas tienen sables,
y pistolas y grilletes,
y un aprendiz de pirata:
un jovencito grumete.

¡Los piratas son tan buenos,
los mejores son!

En “La Isla del Tesoro”
vive el pirata más malo,
con su sable, con su loro
y con su pata de palo.

¡Los piratas son tan buenos,
los mejores son!

¡Qué buenos son los piratas,
de los malos los peores,
y en eso de ser tan malos:
ellos sí son los mejores!

¡Los piratas son tan buenos,
los mejores son!



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Canción: ¡Los piratas son tan buenos!



27 de mayo de 2017

Los árboles me rodean




Los árboles me rodean

Los árboles me rodean,
me tienen como cercado,
aquí, en la plaza de casa,
aquí, en un banco sentado.

Los árboles me rodean,
de uno, y otro, y otro lado,
formando un círculo grande
en el que yo estoy centrado.

Los árboles me rodean
como en un “Stonehenge” de palo,
y yo, sentado en el centro,
más que el Jardinero Mágico,
parezco Merlín, el mago.

Douglas Wright



Un barco y su cargamento


Un barco y su cargamento

Un barco y su cargamento:
ropa secándose al sol
—banderas flameando al viento,
tesoro multicolor.

Un barco y su cargamento
—un barco como un balcón—:
tesoros flameando al viento,
ropa secándose al sol.

Douglas Wright



26 de mayo de 2017

Un río de energía


Un río de energía

Me di cuenta que la vida
no es algo que está ahí afuera;
circula, a través de mí,
a su modo, a su manera.

Me di cuenta que la vida
anda en mi respiración
y en mi sangre en continua,
constante circulación.

Me di cuenta que la vida
es un río de energía
en el que, sin saber cómo,
me dejo llevar contento,
con gozo, con alegría.

Douglas Wright



25 de mayo de 2017

El senderito del bosque


El senderito del bosque

El senderito del bosque
—el de mi imaginación—
me conduce a una casita
con forma de corazón.

En el corazón del bosque:
mi casita-corazón
—con latidos musicales
como los de una canción.

Douglas Wright



22 de mayo de 2017

Cosas de poeta


Cosas de poeta

Cuando el día está radiante,
me da por lavar la ropa;
no sé, me da por ahí,
parece una cosa loca.

Banderas de ropa limpia
secándose en el balcón;
colores flameando al viento
diciéndole “hola” al sol.

Me da por lavar la ropa
cuando el día está radiante;
no sé, cosas de poeta,
de poeta delirante.

Douglas Wright



10 de mayo de 2017

Los autos están dormidos


Los autos están dormidos

En la calle de mi casa,
los autos están dormidos;
descansan de una jornada
—una jornada agitada—
llena de humo y de ruido.

En la calle de mi casa,
de una esquina a otra esquina,
los autos están dormidos
—apagados sus motores,
acalladas sus bocinas.

En la calle de mi casa,
los autos están dormidos
—y una gran luna redonda
vela el sueño merecido
de estas criaturas urbanas
de metal, plástico y vidrio.

Douglas Wright



9 de mayo de 2017

“Bichofeo”: ¡bicho lindo!


“Bichofeo”: ¡bicho lindo!

Bicho lindo, el “bichofeo”,
con su pechito amarillo
y su antifacito negro.

“Bichofeo”: ¡bicho lindo!,
anunciando su presencia
con su típico cantito.

Bicho lindo, el “bichofeo”;
frente al balcón de mi casa,
sobre el fresno, bien te veo.

Douglas Wright



8 de mayo de 2017

Un árbol no es una cosa



Un árbol no es una cosa


Ahora sé lo que es un árbol
—creo que ahora lo sé—:
tronco, raíces y ramas,
más todo lo que se ve.

Abajo, toda la tierra
—donde se hunden las raíces—,
y arriba, todo ese cielo
—con nubes blancas y grises.

La brisa que lo acaricia
y el canto de pajaritos
dicen “árbol, árbol, árbol”
—como en silencioso grito.

Un árbol no es una cosa
—es lo que a mí me parece—
sino, más bien, un proceso
que hacia arriba, hacia abajo
y hacia los costados crece.


Douglas Wright



7 de mayo de 2017

Los árboles de mi infancia


Los árboles de mi infancia

Las sombras en la pared
son las mismas de mi infancia;
también la brisa de otoño
con su pálida fragancia.

Un sol tímido atraviesa
los fresnos ya deshojados,
y yo veo, en la pared,
los árboles de mi infancia,
como en sombras, dibujados.

Douglas Wright



Mi casa es un templo


Mi casa es un templo

Mi casa es un sitio
de contemplación
de las cosas lindas,
de las cosas buenas
que acerca la vida
hasta mi balcón.

Mi casa es un templo
de veneración:
¡fresnos y gorriones,
la luna y el sol,
dibujos, poesías
y alguna canción!

Una casa, un templo,
un balcón al sol;
yo cierro los ojos,
sonrío en silencio:
¡ésa es mi oración!

Douglas Wright



5 de mayo de 2017

Oro en todas partes



Oro en todas partes

Ya estoy como empalagado
de ver oro en todas partes:
monedas de oro en la calle
y polvo de oro en el aire.

Douglas Wright



Los fresnos están de fiesta x 2



¡Miles de hojas amarillas!

Los fresnos están de fiesta
—de fiesta de despedida—,
brindan con papel picado:
¡miles de hojas amarillas!

Douglas Wright




¡Miles de hojas doradas!

Los fresnos están de fiesta
—gran fiesta de temporada—,
y en vez de papel picado:
¡miles de hojas doradas!

Douglas Wright


¡El gran cofre del tesoro!


¡El gran cofre del tesoro!

El fresno me grita “¡oro!”
—pienso: “cofre del tesoro”,
“pirata”, “pata de palo”,
pienso “barco”, pienso “loro”.

El fresno, como un gran loro,
anuncia dónde está el oro
—que este pirata, el otoño,
guarda en la calle de casa
como si fuera un gran cofre:
¡el gran cofre del tesoro!

Douglas Wright



4 de mayo de 2017

Cuando las poesías quieran


Cuando las poesías quieran

Por una poesía, dejo
todo lo que debo hacer:
el café de la mañana,
las compras del mediodía,
paseo al atardecer.

Por una poesía, dejo
todo aquello que es urgente,
así que: café sin leche,
copa de vino sin vino,
limpieza sin detergente.

Por una poesía, dejo
las tareas cotidianas;
ya habrá tiempo para todo
—café con leche, limpieza,
compras, paseos y vino—
cuando las poesías quieran
descansar todas sus ganas.

Douglas Wright



3 de mayo de 2017

Yo soy medio exagerado


Yo soy medio exagerado

Yo soy medio exagerado
—es lo que a mí me parece—,
todo lo que miro o veo
en mi imaginación crece.

El canto de los gorriones
es una gran sinfonía;
y las hojas de los árboles
y las nubes en el cielo
son coros que se entrelazan
cantando sus melodías.

Yo soy muy exagerado
—así es como soy, yo creo—;
las alcantarillas, ríos,
la plaza, un inmenso bosque,
y las nubes de la tarde,
blancas, enormes, radiantes,
son cordilleras de hielo.

Douglas Wright



1 de mayo de 2017

¡Otra vez soy millonario!





¡Otra vez soy millonario!

¡Oro, oro, oro, oro,
otra vez soy millonario!:
los fresnos derraman oro
sobre las calles del barrio.

Douglas Wright



Este viento vigoroso


Este viento vigoroso

El viento fresco de otoño
me energiza, me renueva,
con la fuerza y el encanto
de una nueva primavera.

Este viento vigoroso,
fresco, limpio, energizante,
le hace cosquillas a mi alma
de poeta y dibujante.

Douglas Wright