Mi casa, mi casa me tira de sisa: mi pieza, el balcón, el hall, la cornisa, las paredes blancas de piedra caliza, el piso que es de madera rojiza; y aunque esta idea suene antojadiza, me queda muy chica hasta la repisa.
Mi casa, mi casa me tira de sisa: la puerta-ventana que es corrediza, la alfombra elegante que nunca se pisa, el hogar a leña lleno de ceniza; si una solución alguno improvisa, de premio lo invito con una gran pizza.
“Hola, buen día, día”, digo con alegría; digo “buen día, cielo”, digo “buen día, sol”; esta vida es mi vida, la vida de este día; este día es mi día: este día soy yo.
Tractor que recorre el tracto intestinal arrastrando toda la comida chatarra (tractando, al menos).
En la ilustración vemos a un Tráctor intestinal arrastrando el producto de un festín chatarra: una hamburguesa con papas fritas y huevos fritos, y un pancho con papas rejilla, todo regado con abundante gaseosa cola.
Encima del Táctor, conduciéndolo: una enzima (¡ésto sí que es coherencia!).
Por último, si cuando están haciendo la digestión escuchan como un “CHUF CHUF” que proviene de la panza, es el Tráctor intestinal que está haciendo su trabajo.
(Por qué el Tráctor hace “CHUF CHUF” y no “TRÁC TRÁC” es otro de los misterios que encierra el funcionamiento del organismo humano.)
Un ejemplo: el café negro, cuando es influenciado por la leche, se convierte en un café con leche.
(Si la In-fluencia es mínima, el café negro se convertirá apenas en un cortado...)
Pregunta frecuente: ¿El azúcar (o el edulcorante) In-fluyen en los fuidos?
Respuesta frecuente: No.
Aclaración frecuente: El azúcar (o el edulcorante) modifican los líquidos pero, como no son fluidos, no los In-fluyen (a menos, claro, que el edulcorante sea líquido, en cuyo caso: sí).
Actividad.
¿Qué In-fluidos conoces?
- Enuméralos
- Ordénalos por orden alfabético (o por color, densidad o sabor)
- Prepárate (como premio) tu In-fluido favorito.
Recomendamos esta actividad para un día de lluvia (de ésos en los que el agua que cae del cielo In-fluye sobre todo, hasta en nuestro humor).
Mamut gigantesco, descomunal (grande como una comuna, si se quiere).
Si el mamut ya era un bicho enorme, imagínense el tamaño de éste...
Tan grande era que, cuando lo veían venir, los demás bichos de la Prehistoria exclamaban: “¡Uy, ahí viene Muy!”... o “¡Zás, ahí viene Más”!
(Estudios recientes, basados en los parámetros repetitivos de las huellas fósiles halladas, han confirmado el gusto que tenían los bichos prehistóricos por la rima.)
La ilustración, a la manera de un cuadro comparativo, muestra los tamaños relativos del mamut y del Muymut.
(También muestra que, a pesar del gusto por la rima, al Muy no se le arrimaban.)