Mi casa, mi casa me tira de sisa: mi pieza, el balcón, el hall, la cornisa, las paredes blancas de piedra caliza, el piso que es de madera rojiza; y aunque esta idea suene antojadiza, me queda muy chica hasta la repisa.
Mi casa, mi casa me tira de sisa: la puerta-ventana que es corrediza, la alfombra elegante que nunca se pisa, el hogar a leña lleno de ceniza; si una solución alguno improvisa, de premio lo invito con una gran pizza.