----
----
¡Qué rico olor que tenían
las manzanas del jardín!;
un olor a campo dulce,
a tierra, pasto y verdín,
como el olor de la lluvia,
como el olor del jazmín.
¡Qué rico gusto tenían
las manzanas de mi casa!;
un gusto fresco y alegre
como el aire de la plaza;
un gusto que te acaricia,
que te besa y que te abraza.
¡Qué lindo ruido que hacían
la manzanas de la huerta!
cuando les daba un mordisco
con toda la boca abierta;
un ruido como de pasos
sobre una calle desierta.
¡Qué color fuerte tenían
las manzanas de mi infancia!;
un rojo intenso, radiante,
que brillaba a la distancia;
rojo cielo, rojo fuego:
rojo y rojo en abundancia.
----
1 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
que lindo comer manzanas
ResponderEliminarcon pororó y azuquita
montanda en ese caballo
que hay en la calesita,
y dejar que la sortija
se la lleve mi hermanita...
Douglas mas que lindo es una suerte poder leerte y jugar con vos un ratito en eestos versos tan pegadisos y simpaticos... graciasssssss siempre
comer manzanas siempre me recuerda mi infancia... debe ser una fruta divertida! Me encanta pasar por acá y leer tus cosas!
ResponderEliminarMónica y Bárbara...
ResponderEliminar¡Gracias por los recuerdos de la infancia!
Cariños.
Douglas.
Una preciosidad, gracias Douglas :)
ResponderEliminarGracias, Merche...
ResponderEliminar