Bruja embrujada.
¿Por qué? No lo sabemos (habría que ser brujo para saberlo).
Podría decirse que la Brujada ha probado un poco de su propia medicina...
Síntomas característicos: la brujada confunde el gato con la escoba y la pluma de cuervo con la cola de ratón, no puede caldear el caldero ni calcular con precisión la proporción de sus pociones (pobre) y, lo peor de todo: tiene una ganas bárbaras de convertirse en hada (¡puáj!).
(La Ciclopedia se publica regularmente en TamTam.)
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