18 de febrero de 2012
El cielo siempre es el cielo
Con la frescura en el aire
anda el cielo en la mañana;
mientras me pongo la ropa
lo miro por la ventana.
Azul profundo es el cielo,
el cielo del mediodía,
es un cielo luminoso
que brilla con alegría.
Todo pintado de rojo
está el cielo de la tarde;
y el cielo parece un fuego,
parece un fuego que arde.
Y cuando llega la noche
yo miro el cielo estrellado,
después que apago la luz,
cuando ya estoy acostado.
Y tan rojo como el fuego
o tan azul como el hielo,
siempre igual, siempre distinto:
¡el cielo siempre es el cielo!
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