27 de octubre de 2017

Preguntas y respuestas




Aquí van algunas de las preguntas que me han hecho,
y mis respuestas.



1- ¿Cuándo empezaste a escribir para niños y por qué?


Estas cosas no empiezan en una fecha justa (como el primer día de clases, por ejemplo), sino que se van dando…

La primera poesía, fue un librito casero (fotocopiado) que hice para leerle a mis hijas cuando eran chiquitas.

Después comencé a publicar unas poesías en la revista digital “Imaginaria” (en la que hacía la tira “El Jardinero Mágico”), y en “La Valijita”, de Billiquen (en la que hacía juegos para chicos).

El tema es que yo me puse a escribir de grande (como a los 45-50 años), ya que siempre fui dibujante (tal vez el dibujar cosas para chicos me llevó luego a escribirlas yo mismo).


2- ¿Cuál es la fuente de inspiración para tu trabajo?


En general (y cada vez más) las cosas que me pasan a diario, en mi vida cotidiana (los pajaritos que veo por mi ventana, por ejemplo –y los que andan dando vueltas en mi cabeza también).


3- ¿De todos tus trabajos realizados hasta hoy, cual fue el que más te gustó hacer y por qué?


Me gusta mucho “El Jardinero Mágico”, porque es un encuentro con algunas situaciones mágicas de la vida.


4- ¿Admirás a algún escritor en especial o a un dibujante de historietas? ¿Por qué?


Me gusta el historietista Hugo Pratt, y su personaje “El Corto Maltés”, y me gustan mucho las poesías de Walt Whitman (que no es un escritor para chicos).


5- ¿Dónde trabajás, en tu casa, una oficina, una empresa?


Trabajo en mi casa (siempre lo hice). Por eso muchas de mis poesías tienen que ver con mi casa, con mi balcón, por ejemplo, y también con lavar los platos o tomar el café con leche por la mañana.


6- ¿Cómo se te ocurrió hacer una enciclopedia ilustrada de bichos y llamarla “Bichonario”?


Ese fue un proyecto con mi amigo Eduardo Abel Gimenez.

Los dos trabajábamos en la revista “Juegos”. Hicimos una convocatoria creativa a los lectores para inventar bichos de ese tipo. Hubo muchas respuesta (muy creativas) y decidimos seguir haciendo bichos (por cerca de un año).

Así nació el “Bichonario”. 


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