¡Todo el silencio del
mundo!
No
hay silencio más silencio
que
el silencio en Amambay;
un
silencio con ruiditos
—del
crujido de las tablas,
de
la brisa en el alero,
de
la gota en la pileta,
¡de
la Tierra en su girar!
No
hay silencio más silencio
que
el silencio en Amambay:
¡todo
el silencio del mundo,
todo
el silencio que hay!
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