¡Las nubes que hay para ver!...

Las nubes enloquecieron
y por el cielo salieron
sin hacer caso a las formas,
las costumbres y las normas...

Las nubes se deliraron
y al cielo desparramaron
formaciones redondeadas,
blancas, celestes, rosadas...

Las nubes están loquitas,
las grandotas, las chiquitas;
unas, una gran montaña;
las otras, telas de araña...

Las nubes están re-locas,
digo todas, no unas pocas;
¡ya no se puede creer
las nubes que hay para ver!