30 de diciembre de 2010
Las poesías
Las poesías se me vienen
solitas a la cabeza,
cualquier cosa que yo veo
y una musiquita empieza.
Yo sigo la musiquita
a ver qué camino toma,
a veces se esconde un rato,
después otra vez se asoma.
Las poesías se me forman
solitas en la cabeza,
caminando por la calle
o sentado aquí en mi pieza.
Se me ocurren porque sí,
sin motivo ni razón:
palabras en la cabeza,
música en el corazón.
Las palabras se parecen
a los pájaros que vuelan,
algunas siguen de largo
pero algunas se me quedan.
Dejo que cada palabra
vaya encontrando un lugar,
lápiz y papel en mano,
meta anotar y anotar.
Y yo vivo la aventura
de jugar y de jugar,
y ayudar a las palabras
a que encuentren su lugar.
21 de diciembre de 2010
En el piso de madera
Qué lindo que es jugar
en el piso de madera
y desparramar juguetes
de la puerta a la escalera.
Los vaqueros en el piso,
a caballo por el piso,
galopando sobre el piso:
¡una pradera es el piso!
Qué lindo que es jugar
en el piso de madera;
hay juguetes en la cama
y detrás de la heladera
Un velero en el piso,
sube y baja por el piso,
navegando sobre el piso:
¡un océano es el piso!
Qué lindo que es jugar
en el piso de madera;
autitos amontonados
y trencitos en hilera.
Y revolcado en el piso,
boca abajo por el piso,
panza arriba sobre el piso:
¡un mundo entero es el piso!
8 de diciembre de 2010
Mi casa está viva
Mi casa, mi casa,
mi casa está viva;
mi casa me ríe,
mi casa me canta,
mi casa me mira.
Olor a comida,
olor a jabón,
olor a cocina
y olor a salón.
Olor a lavanda,
olor a jazmín,
olor a madera
y olor a verdín.
Mi casa, mi casa,
mi casa está viva;
mi casa me ríe,
mi casa me canta,
mi casa me cuida.
Suena la canilla,
suena el calefón,
y hasta las estufas
cantan su canción.
Suenan en el piso
todas las maderas,
la tablas del techo
y de la escalera.
Mi casa, mi casa,
mi casa está viva;
mi casa me ríe,
mi casa me canta,
mi casa me mima.
Luz en la terraza,
luz en el balcón;
luz en el helecho,
luz en el malvón.
Luz en las ventanas,
luz en los espejos;
luz en los cristales,
luz en los reflejos.
Mi casa, mi casa,
mi casa está viva;
mi casa me ríe,
mi casa me canta:
mi casa es mi amiga.
Silencio en la noche,
silencio seguro,
silencio que anda
sin ningún apuro.
Silencio en mi pieza,
silencio en mi cama;
y en silencio duermo
hasta la mañana.
6 de diciembre de 2010
Desde mi pieza
Desde mi pieza
se escucha mucho,
se escucha todo,
se escucha siempre,
se escucha más.
Los pajaritos
por la mañana
y por la noche,
perros ladrar;
muchas bocinas
en la avenida
y alguna moto
va sin parar.
Desde mi pieza
se escucha mucho,
se escucha todo,
se escucha siempre,
se escucha más.
Los martillazos
de alguna obra,
el “PIP” que hace
un celular;
una frenada
suena en la esquina
y dos vecinas
dele charlar.
Desde mi pieza
se escucha mucho,
se escucha todo,
se escucha siempre,
se escucha más.
Y por la noche
se oyen ruiditos,
los que la noche
hace al pasar;
pero el domingo
por la mañana,
silencio de autos
y de bocinas,
de colectivos
y de vecinas;
silencio puro,
silencio claro,
silencio quieto:
todo el silencio
puedo escuchar.