27 de diciembre de 2016
24 de diciembre de 2016
22 de diciembre de 2016
18 de diciembre de 2016
15 de diciembre de 2016
11 de diciembre de 2016
La pintura Impresionista
La pintura
Impresionista
¡Qué
pintura impresionante
la
de los Impresionistas,
pintando
las vibraciones,
pintando
las pulsaciones
de
todo aquello que exista!
¡Qué
pintura impresionante
la
de esos locos pintores,
retratando
vibraciones,
retratando
pulsaciones
con
sus trazos de colores!
La
pintura Impresionista,
¡qué
pintura impresionante!,
retratando
lo invisible,
retratando
lo oscilante,
eso
que se manifiesta,
tan
sólo por un instante,
entre
uno y otro polo
de
un acontecer vibrante.
Vivo adentro de un gran cuadro Impresionista
Vivo adentro de un gran
cuadro Impresionista
Vivo
adentro de un gran cuadro
—de
un gran cuadro Impresionista—,
viendo
cómo juega el sol
con
las hojas de los árboles,
con
los tejados de enfrente,
con
las cortinas flameantes,
haciendo
que todo vibre
sin
que nada se resista.
Vivo
adentro de un gran cuadro
que
yo miro fascinado
—el
sol que juega en las hojas,
las
cortinas, los tejados—;
viendo
cómo todo vibra,
con
ojos Impresionistas,
yo
también soy un pintor:
¡yo
soy un pintor pintado!
Un paisaje Impresionista
Un paisaje
Impresionista
Sol
y cielo, cielo y sol,
un
paisaje Impresionista
diciéndome
que, tal vez,
esa
sea la vibración
de
todo aquello que exista.
Un
paisaje Impresionista,
sol
y cielo, cielo y sol,
diciéndome
que, tal vez,
eso
sea lo que exista:
¡todo
pura vibración!
9 de diciembre de 2016
¡Su pequeño amigo nuevo!
¡Su pequeño amigo
nuevo!
Este,
“Quique, el quinotero”,
se
ha hecho de un nuevo amigo:
el
colibrí de mi calle,
el
colibrí de mi barrio,
¡su
pequeño amigo nuevo!
Igual que dos picaflores
Igual que dos
picaflores
El
árbol frente a mi casa
me
regaló un colibrí
—como
una flor voladora,
un
jazmín o un alelí.
El
árbol frente a mi casa
me
regaló un colibrí,
y
mis ojos aletearon
—igual
que dos picaflores—
justito
cuando lo vi.
Como una sinfonía
Como una sinfonía
El
árbol frente a mi casa
me
dicta una poesía,
que
yo anoto con cuidado
con
lápiz y tinta china.
El
árbol frente a mi casa
me
dicta una poesía,
una
poesía de sol,
una
poesía de brisa.
El
árbol frente a mi casa
me
dicta una poesía,
verde,
naranja y marrón
—verde,
verde y amarilla.
El
árbol frente a mi casa
me
dicta una poesía,
una
poesía sin tiempo,
una
poesía sin prisa.
El
árbol frente a mi casa
me
dicta una poesía,
una
poesía de luz,
una
poesía de vida.
El
árbol frente a mi casa
me
dicta una poesía
que
va sonando en sus hojas,
que
va sonando en sus ramas
—en
su tronco, sus raíces—
como
una sinfonía.